martes, 21 de enero de 2014

El teléfono público

-Este chico si que es irresponsable- Me quejaba yo por las 2 horas que se demoraba mi amigo Dayer, quien con su voz de ”niño bueno” nos dijo ”a las 10 am estoy en el parque”,  y solo estabamos yo y mi otro amigo Jose Luis.
A Jose Luis no parecia importarle mucho, el se distraia viendo a los niños jugar futbol, ”que mal juegan” me decia. En un momento de aburrimiento, decidimos echar una siesta en el parque mientras esperabamos que Dayer llegara, después de todo, sin el no podiamos ir a un lugar, que no especifico pero solo digo que el solo nos podia dejar entrar. Antes de echarme a dormir, pude notar a una chica hablando por el telefono publico, solo me fije, no le preste atención y me heche a dormir.
Una rama que me cayó del arbol bajo el cual dormia me hizo saltar de golpe. Lo primero que hize fue fijarme la hora.
-25 minutos y ese idiota no llama- dije yo volviendo a quejarme del irresponsable de mi amigo.
-Dale mas tiempo, y no me hables que quiero dormir- me dijo Jose Luis, quien fue el primero en llegar, y claro, el primero en cortar su sueño.
En eso al voltearme para volver a mi siesta, veo que la chica seguia hablando por el teléfono público, lo raro era que desde que la vi, ella no hablaba, parecia más bien que estaba escuchando. Ya habian pasado 25 minutos o mas desde que la vi, quien sabe desde que momento haya estado ahi, y de por si no es normal que una persona este tanto tiempo en un teléfono público.
-Cuantas monedas habrá gastado- me dije pensativo, y decidí en vez de dormir, observarla.
Mis ojos se rendian ante el sueño, pero yo seguia mirandola. Habrían pasado unos 15 minutos más pero ella seguia ahí, en el teléfono público, sin hablar y sin depositar monedas.
-Oye Jose Luis, ¿te has fijado en esa chica de aya?- le dije a mi amigo mientras lo sacudia para llamar su atención.
-Que tienes esa chica- me respondió.
-Esta parada ahi hace mas de 40 minutos sin decir nada.
-Tal vez esta hablando con su novio, dejala en paz ademas a ti que te interesa lo que haga.
Poco despues de que Jose Luis dijera eso, pude notar que la chica colgó el telefono, solo después que una sonrisa se marcara en su rostro.
-Mierda, vamos a ver- le dije a Jose Luis, empujándolo para que avanzara.
Pero grande fue mi sorpresa cuando nos dimos cuenta de que el teléfono que ella estaba utilizando estaba descompuesto y al parecer, hace mucho tiempo.
-Tal vez es una enferma mental- me dijo Jose Luis sin importarle mucho.
Unos minutos después llego mi amigo Dayer y nos fuimos a ese lugar, del cuál no les puedo dar información.
Al día siguiente, fui a llamar desde un teléfono público a mi papa ya que necesitaba que me lleve a un lugar que no conocia para una entrevista de trabajo. Como yo vivía cerca de la ubicación del teléfono público desde donde llamaba esa misteriosa chica, pasé por ahi solo ppor curiosidad.
Ahí estaba. La misma chica hablando o escuchando, o creyendo escuchar desde el telefono. ”Esta loca” pensé, y busqué otro teléfono público desde donde llamar a mi padre. Pero mi naturaleza desde pequeño siempre había sido la de ser curioso, siempre me atrajo el misterio, el terror y cosas que necesiten valor para demostrarse, esta era una de ellas y yo lo sabía, como tambien sabía que ella no estaba loca, o por lo menos no tanto. Al día siguiente decidi sentarme en el parque y ver si llegaba. Llegé a las 9 am puesto a que las dos veces que la vi fue poco después de las 10 am y a las 10:30 am, entonces creí que vendría más temprano. Hasta que a las 9 y 35 llegó. Tomó el telefono, y púso una moneda. Se quedo callada. Puse a andar un cronometro para tomar el tiempo en que demoraba esa llamada. Mis ojos eran seducidos una vez más por el sueño pero mi convicción era mas grande y luche por mantenerme despierto hasta que esa chica soltara el teléfono.
Exactamente a la hora volvió a sonreir y soltó en telefono. 1 hora. 1 hora que demoró la llamada y solo púso una moneda. La curiosidad me mataba, entonces decidí esperar hasta que se fuera de mi vista, para correr al teléfono y esta vez hacer yo una llamada. Hize lo mismo, puse una moneda y espere. El telefono como siempre apagado ¿cual era el truco?, como tenia una hora decidi dejar el telefono de tal manera que no se corte la llamada, despúes de todo como esta alogrado nadie se preocuparia de devolverlo a su sitio. Minutos antes de que llege la hora, volví y cojí el teléfono. Ya solo faltaban segundos para cumplir la hora y descubrir si ciertamente esa chica era una enferma mental, o si el teléfono, pues, no era inservible despúes de todo. Fué grande mi sorpresa cuando al cumplirse la hora escuché una voz gruesa que me hizo saltar.
-Pardos- dijo la voz que no volvió a repetir ruido alguno. Me quedé con el telefono en la mano. Una voz. Una hora despúes una voz me dijo ”Pardos”, pero ¿que significaba lo que me dijo?
Al llegar a casa me llamaron los de mi entrevista de trabajo, y me dijeron que me habían aceptado, que empezaria a trabajar la proxima semana y que el día de mañana debia acercarme para firmar el contrato. Estaba realmente contento por la nueva oportunidad que se me daba cuando sono mi celular, pero esta vez eran de otra empresa, de Pardos Chicken, y como tambien habia enviado mi curriculum a ellos, me llamaron para una entrevista. Pero ya tenia trabajo asegurado, deberia decirles ”no gracias” o simplemente colgarles. Cuando hiba a hacer eso, me acorde de la voz del teléfono público. ”Pardos”. No perdia nada en ir e intentar.
Fue lo mejor que pude hacer. Resultó que el puesto que me ofrecian tenia mas beneficios que el trabajo al que ya me habían aceptado y tenia mucha mejor paga. Así que decidi quedarme con Pardos. Estaba realmente agradecido con la voz del teléfono público que decidi volver a visitarlo. Ese mismo día se me habian perdido 5 soles, pero no les di importancia, todavia tenia un sol para llamar desde ese teléfono público. Hize lo mismo, deposite la moneda, deje el teléfono, me fui a descansar, y volvi en una hora. Al llegar, volvi a escuchar la voz, solo que esta vez me dijo con un tono entrecortado ”En-el-patio”.
Colgé. Rápidamente fui a casa y vi el patio. No había nada, excepto algo brillante en medio del pasto, una moneda de 5 soles, seguro se me debio haber caido mientras llegaba a casa y no lo escuche porque el pasto no hizo sonar su caída. Estaba tan agradecido con ese telefono, que comenze a utilizarlo para todo. Si se me perdia algo recurria a el, si debia tomar una decision recurria a el, ya casi se había convertido en un amigo intimo para mi, aunque claro, no le conté a nadie lo del teléfono, ni si quiera a mi familia. Todo hiba bien, de maravilla, hasta que llegó ese fatidico día. Bueno, yo hiba a comprar tranquilamente a la tienda que estaba a la vuelta de mi casa cuando me tope con ella. Era la chica que vi por primera vez usando ese telefono público. Yo segui caminando pero ella se me puso en medio y me dijo ”No vuelvas a usar mi telefono” y se fue. Bah! no le hiba a hacer caso, es un teléfono público y todos tienen derecho a usarlo. Además si lo volvia a usar que hiba a hacer ¿llamar a la policia? por un momento vacilaba con esos pensamientos sin darme cuenta en el lio que me había metido.
Ese mismo día, después de usar el telefono para saber que juego descargar a mi computadora, vi a esa chica de lejos. Ella estaba mirandome atenta desde una esquina, y wao, si que parecia fuera de orbita. Estaba como drogada, tenia una mirada fuerte, y al ver que yo la vi, corrio hacia mi. Rayos estaba sangrando, tenía cortes por todos sus brazos y piernas. Ella corria de una manera alocada, a la par gritaba desmesuradamente ”MI TELEFONO MI TELEFONO DEJA MI TELEFONO TE LO ADVERTI” mientras corria como si no le importara que un carro la atropellara al cruzar la pista, como si yo fuese su objetivo, su prioridad para clavar esas tijeras que llevaba en su mano. Sin pensarlo dos veces corri. No podia volver a casa, ella me seguiria y sabria donde vivo, ¡seria peor!.
Eran aproximadamente las 6 de la tarde y no había casi ningún alma en la calle a quien pedir ayuda. Pero como yo era muy rápido logre perderla, fue en ese momento que una idea llego a mi mente. ¡Ya se! me dije, utilizaria el telefono para saber como deshacerme de ella o como calmarla, lo que sea que me diga el teléfono sera sobre ella y me ayudará, después de todo, siempre me dice cosas que debo saber. Deposite una moneda, lo deje colgando, rápidamente me escondí en el parque, en una pequeña habitacion donde se hallaban las herramientas del conserje de la municipalidad y cerré con llave.
Al pasar una hora decidí asomarme a ver si la chica estaba por ahi, al ver que no estaba, corri rápidamente al teléfono público. Solo faltaban dos minutos. ¡Rayos! debi salir cuando solo faltaran segundos. Espere dos minutos con el corazon en mi mano, volteando y girando a ver cada calle y cada extremo de la pista haber si se acercaba esa extraña muchacha deseando escuchar esa gruesa y entrecortada voz emergiendo del teléfono público. Llegó el momento y pegue mi oido al teléfono, dandome cuenta lo mucho que había llegado a depender de el ultimamente y que por culpa de ese teléfono mi vida estaba colgando de un hilo.
Escuche su voz, esa voz que siempre me había ayudado, esa voz que me tenía encadenado a su dependencia, voz sabia a la que recurria en momentos de necesidad, me alegre al oirla una vez más, aunque al terminar de escucharla me di cuenta de que todo era en vano, y que esa voz me podia decir que camino tomar pero no alterar el camino, mostrarme la manera de resolver el problema, pero no resolverlo. No recuerdo nada más despúes de haber escuchado la voz salir de el teléfono público, tal vez todo paso tan rápido que ni siquiera lo sentí, solo recuerdo lo que la voz me dijo: ”Detras-de-ti”.


fuente: http://creepypastas.com/el-telefono-publico.html

miércoles, 8 de enero de 2014

El rastrillo

Durante el verano del 2003, una serie de eventos en el noreste de los Estados Unidos involucrando a una extraña criatura humanoide despertaron el interés de medios locales antes de que un aparente 'apagón informativo' fuera provocado. Muy poca información quedó intacta, pues la mayoría de los registros en línea y escritos de la criatura fueron misteroisamente destruidos. 

Primariamente enfocada en el área rural de Nueva York, varios testigos contaron historias de una criatura con un origen desconocido. Hubo un amplio rango de emociones en los testigos; desde terror e inquietud a niveles traumáticos, a un sentido casi infantil de curiosidad y jugueteo. Si bien las versiones publicadas ya no existen, las memorias permanecen aún presentes. Muchos de los involucrados siguen buscando respuestas a lo ocurrido. 

En el año 2006, la colaboración acumuló cerca de dos docenas de documentos con fechas entre el siglo 12 y el día actual, a lo largo de cuatro continentes. En la mayoría de los casos, las historias fueron identicas. He estado en contacto con un miembro de este grupo y he podido obtener pequeñas partes del libro próximo a salir. 

"The Rake (El Rastrillo)" 

Nota de Suicidio: 1964. 
"Mientras me preparo para tomar mi vida, siento necesario mitigar cualquier dolor o culpa que pueda provocar mediante este acto. No es culpa de nadie más que de Él. La primera vez, desperté y sentí su presencia. La segunda, desperté y lo ví. La tercera, desperté y escuché su voz, y ví sus ojos. No puedo dormir por terror de lo que pueda pasar la próxima vez que lo encuentre. No puedo despertar jamás. Adiós." 

Hallado en la misma caja de madera había dos sobres vacíos dirigidos a "William" y "Rose", y una carta personal sin sobre: "Querida Linnie, recé por tí. Dijo tu nombre." 


La entrada de un diario (traducida del Español): 1880 
"Experimenté un gran terror. He experimentado el terror más grande. He experimentado el terror más grande. Veo sus ojos cada que cierro los míos. Son huecos. Negros. Me vieron y me perforaron. Su mano mojada. No dormiré. Su voz (texo ininteligible). 


El Diario de un Marinero: 1691 
"Vino a mí en un sueño. Desde los pies de mi cama sentí una sensación. Se llevó todo. Debemos volver a Inglaterra. No debemos volver aquí por órdenes del Rastrillo." 


De un testigo: 2006 
"Hace tres años, acababa de regresar de un viaje a las Cataratas del Niágara con mi familia por el 4 de julio. Estábamos exhaustos luego de conducir todo el día, así quemi esposo y yo pusimos a los niños en la cama y nos fuimos a dormir. 

A las 4 am, me desperté pensando que mi esposo había ido al baño. Aproveché para jalar las sábanas, despertándolo en el proceso. Me disculpé y le dije que pensé que se había levantado de la cama. Cuando me vió, suspiró y retiró sus pies de la orilla de la cama tan rápido que su rodilla casi me tiró. Me agarró y no dijo nada. 

Luego de ajustar mi vista a la oscuridad por medio segundo, fui capaz de distinguir qué causó la reacción. Al pie de la cama, sentado y viéndonos de lejos, había lo que pensé que era un hombre desnudo, o un gran perro sin pelo de algún tipo. Su posición era perturbadora y no natural, como si hubiese sido golpeado por un automóvil o algo así. Por alguna razón, no me dió miedo, pero me preocupó su condición. En este momento, estaba bajo la asunción de que debíamos ayudarlo. 

Mi esposo estaba viendo sobre su brazo y la rodilla, doblado en posición fetal, ocasionalmente viéndome antes de seguir viendo a la criatura. 

En un movimiento veloz, la criatura rodó al lado de la cama, y se arrastró rápido en una posición similar a la de un cojo a lo largo de la cama hasta que estuvo a poco menos de 30 cm. del rostro de mi esposo. La criatura estuvo silenciosa por 30 segundos, viendo solo a mi esposo. La criatura entonces puso una mano en su rodilla y corrió al pasillo, en dirección a los cuartos de los niños. 

Grité y corrí para encender la luz, intentando detenerlo antes de que hiriera a mis hijos. Cuando llegué al pasillo, la luz del cuarto era suficiente como para verlo agachado y jorobado a unos 6 metros a la distancia. Volteó lentamente y me miró, cubierto de sangre. Encendí la luz y ví a mi hija, Clara. 

La criatura corrió por las escaleras mientras mi esposo y yo corríamos para ayudar a nuestra hija. Estaba muy lastimada y habló solo una vez más en su corta vida. Dijo "Él es el Rastrillo". 

Mi esposo chocó su auto esa noche, mientras intentaba llevar a nuestra hija al hospital. No sobrevivieron. 

Como vivíamos en una ciudad pequeña, las noticias llegaron rápido. La policía ayudó un poco al principio, y el diario local tomó mucho interés en ello. Como sea, la historia jamás fue publicada, y la nota en las noticias locales nunca tuvo seguimiento. 

Por varios meses, mi hijo Justin y yo nos quedamos en un hotel cercano a casa de mis padres. Después de que decidimos regresar a casa, comencé a buscar respuestas por mí misma. Eventualmente encontré a un hombre en otra ciudad vecina que tuvo una historia similar. Entramos en contacto y comenzamos a hablar de lo ocurrido. Conocía a otras dos personas que habían visto a la criatura que ahora llamaremos El Rastrillo, en Nueva York. 

Nos tomó a los cuatro casi dos años de buscar en internet y escribir cartas para obtener una pequeña colección de lo que creíamos que eran registros del Rastrillo. Ninguno dió detalles, historia o seguimiento. Una jornada involucraba a la criatura en sus primeras 3 páginas, y nunca mencionada de nuevo. El diario de un marinero no explicaba nada del encuentro, diciendo que el Rastrillo les ordenó largarse. Fue la última entrada del diario. 

Había, como sea, varias instancias en que la visita de la criatura era una en una serie de visitas a la misma persona. Muchas personas mencionaron que el Rastrillo les habló, mi hija incluida en esos testigos. Esto nos llevó a preguntarnos si el Rastrillo nos había visitado anteriormente, antes del último encuentro. 

Puse una grabadora digital cerca a mi cama y la dejé corriendo por toda la noche, cada noche, por dos semanas. Oía con interés los sonidos cada día que me despertaba. Para el final de la segunda semana, estaba acostumbrada al sonido usual del sueño mientras oía el audio a 8 veces la velocidad normal (esto me tomó cerca de una hora diaria). 

El primer día, oí algo diferente. Hoý una voz aguda, estridente. Era el Rastrillo. No pude escucharlo lo suficiente como para transcribirlo. No había dejado que nadie lo oyera. Todo lo que sé, es que lo oí antes, y ahora sé que habló cuando estaba sentado frente a mi esposo. No recuerdo haberlo oído en ese momento, pero por alguna razón, la voz en la grabadora inmediatamente me lleva de vuelta a ese momento. 

Los pensamientos que debieron pasar por la mente de mi hija me hicieron enojar. 

No he visto al Rastrillo desde que arruinó mi vida, pero sé que ha estado en mi habitación mientras dormía. Sé y temo que un día despertaré para verlo de pie, viéndome fijamente."

miércoles, 1 de enero de 2014

jeff the killer (el origen)

Extracto del periódico local: 
SINIESTRO ASESINO AUN SUELTO 


Después de semanas de inexplicables asesinatos, el siniestro y desconocido asesino sigue atacando, después de una pequeña evidencia, un joven ha sobrevivido al ataque del asesino y valientemente cuenta su historia: 
"Tuve un mal sueño y me desperté en medio de la noche," dice el joven "vi que por alguna razón la ventana estaba abierta, cuando antes de irme a la cama la dejé cerrada. Me levanté y fui a cerrarla de nuevo. Después, me metí debajo de las cobijas e intenté dormir de nuevo y ahi fue cuando sentí algo extraño, como si alguien me estuviera observando. Miré y casi salto de la cama. Ahi, en un pequeño rayo de luz, iluminados entre las cortinas, había un par de ojos. No eran un par de ojos normales, eran oscuros y sinestros, estaban bordeados en negro y...simplemente me aterrorizaron. Y vi su boca, una horrenda sonrisa que me erizó todo el pelo. La figura permaneció ahi, observándome. Después de lo que me pareció 
una eternidad, lo dijo, era una simple frase, pero lo dijo en un tono en el que sólo un loco lo diría. 
"ve a dormir" me dijo y dejé escapar un grito, eso es lo que lo atrajo a mi. Él sacó un cuchillo apuntando a mi corazón. Saltó a mi cama y peleé con el. Pateé, golpeé y rodé tratando de quitármelo de encima. Ahí fue cuando mi papá entró y el tipo le lanzó el cuchillo, que fue a parar al hombro de mi papá Tal vez el hombre lo hubiera terminado si los vecinos no hubieran llamado a la policía. 
Conducieron hasta el estacionamiento y corrieron a la puerta. El tipo giró y corrió al vestíbulo. Oí un golpe, como vidrio rompiéndose. Corrí fuera de mi cuarto y vi que la ventana que daba a la parte trasera de la casa estaba rota. Miré fuera para verlo desaparecer en la distancia. Les contaré una cosa, nunca olvidaré su cara. Esos fríos y perversos ojos y esa sonrisa psicópata nunca se borrarán en mi cabeza" 
La policía está aún buscando este sujeto. Si ve a alguien que encaja en la descripción de esta historia, por favor contacte al departamento de su policía local. 

Jeff y su familia tuvieron que mudarse a un nuevo vecindario, su padre había obtenido una promoción de trabajo y pensaron que sería mejor irse a vivir en uno de esos vecindarios "lujosos". Jeff y su hermano Liu no podían quejarse. Una casa nueva y mejor ¿por qué no alegrarse? cuando estaban desempacando, uno de sus vecinos vino. 
"Hola" saludó la vecina "Soy Bárbara, vivo en sus misma calle. Bueno, sólo quería presentarme a mí y a mi hijo" Ella giró y le dijo a su hijo "Billy, estos son los nuevos vecinos." Billy dijo hola y corrió a jugar a su jardín. 
"Bien" dijo la mamá de Jeff "yo soy Margaret y este es mi esposo, Peter y estos son mis dos hijos, Jeff y Liu" y ellos dos se presentaron y luego Barbara los invitó al cumpleaños de su hijo. Jeff y su hermano estaban a punto de protestar hasta que su madre dijo que les encantaría ir. Cuando terminaron de desempacar, 
Jeff fue donde estaba su madre. 
"Mamá, ¿por qué nos invitaste a una fiesta para niños? si no te habías dado cuenta, no soy un niño tonto" 
"Jeff" dijo su mamá "nos acabamos de mudar aquí, tenemos que pasar tiempo con nuestros nuevos vecinos. Ahora, vas a ir a esa fiesta y punto." Jeff intentó hablar pero se mordió la lengua sabiendo que no podía hacer nada. Cuando su mamá decía algo era así y punto. Subió a su cuarto y se desplomó en su cama, se sentó mirando al techo cuando de repente, tuvo un sentimiento extraño, no era dolor pero...era bastante raro. Resolvió que sólo era un sentimiento al azar y que no le prestaría atención. 
Escuchó a su madre llamándolo para recoger sus cosas y el bajó para recogerlas y organizarlas. 
Al día siguiente, Jeff bajó las escaleras para desayunar y prepararse para ir a la escuela. Cuando se sentó en la mesa para comer, sintió de nuevo ese sentimiento y esta vez era más fuerte y le dió un leve tirón de dolor, pero lo rechazó de nuevo. Cuando él y Liu terminaron de desayunar, caminaron a la estación de bus y se sentaron a esperar y, de repente, unos niños en skate saltaron encima de ellos, sólo unos cuantos centímetros por encima de sus piernas y ambos se sobresaltaron de la sorpresa. "hey, ¿qué demonios?" 
El chico aterrizó y fue hacia ellos, pisó su skate y lo agarró con su mano, parecía de doce años, un año menor que Jeff. Usaba jeans rasgados y una camisa de Aeropostal 
"Vaya, vaya, vaya. Parece que tenemos nueva carne" y de repente, aparecieron dos niños más, uno esa muy delgado y otro era enorme "bien, ya que son nuevos aquí, me gustaría presentarnos. El de allá es Keith" Jeff y Liu vieron al niño delgado, tenía cara de atontado. "Y ese es Troy". Vieron al niño gordo, hablando de una bola de grasa, pareciera que no hubiera hecho ejercicio desde que gateaba. 
"Y yo" dijo el primer niño "Soy Randy. Ahora, para todos los niños del vecindario, hay una pequeña tarifa que hay que pagar, si ustedes lo entienden" Liu se puso de pie listo para golpear a los chicos cuando uno de ellos sacó un cuchillo "tsk tsk tsk, esperaba que fueran más cooperativos, pero al parecer tendremos que hacerlo de la manera difícil" el niño caminó hacia Liu y le sacó la billetera del bolsillo. Jeff tenía ese sentimiento de nuevo, esta vez si era fuerte, un sentimiento que ardía. Se puso de pie, pero Liu le hizo un gesto de que se sentara, Jeff lo ignoró y caminó hacia el niño 
"Escúchame, mocoso, devuélvele la billetera a mi hermano o..." Randy guardó la billetera en su bolsillo y sacó su cuchillo. 
"¿o qué? ¿qué vas a hacer?" apenas terminó la frase y Jeff le partió la nariz. A lo que Randy se llevó las manos a la cara Jeff le agarró la muñeca y se la rompió. Randy gritó y Jeff agarró el cuchillo de su mano. Troy y Keith se lanzaron hacia Jeff, pero él fue más rápido y tiró a Randy al piso. Keith se le tiró encima pero Jeff se agachó y lo apuñaló en el brazo, Keith soltó el cuchillo y cayó al piso gritando. Troy se lanzó contra él tambien pero Jeff ni siquiera necesitó el cuchillo, lo golpeó en el estómago y Troy cayó. Liu no pudo hacer nada más que mirar asombrado a Jeff. 
"Jeff, ¿cómo...?" fue lo único que dijo. Vieron el bus acercarse y supieron que iban a ser culpados de todo, asi que salieron corriendo lo más rápido que pudieron, mientras corrían, vieron que el conductor del bus corría hacia Randy y los otros. Cuando Jeff y Liu llegaron a la escuela no se atrevieron a contar lo que había pasado, lo único que hicieron fue sentarse y escuchar. Liu pensaba que Jeff había golpeado unos cuantos niños, pero Jeff sabía que era mucho más que eso. Eso era algo...aterrador, mientras lo sentía sabía cuan poderoso era, era el simple impulso de lastimar a alguien. No le gustaba cómo sonaba, pero tampoco se ayudaba sintiéndose feliz. Sintió el sentimiento esfumarse mientras estaba en clases, incluso cuando caminaba a casa debido a todo lo sucedido en la parada del bus, sabía que no podría tomar el bus de nuevo, se sentía feliz. Cuando llegó a casa, sus padres le preguntaron cómo había sido su día, él dijo en una voz algo siniestra "fue un día maravilloso". Al día siguiente, escuchó alguien tocar la puerta y fue a abrir y encontró dos policías en la puerta. Su madre lo vio y parecía enojada. 
"Jeff, estos policías me contaron que atacaste tres chicos. No era una pelea normal, ellos fueron apuñalados. Apuñalados, hijo!" Jeff miró al suelo, demostrándole a su madre que era cierto. 
"Mamá, ellos fueron los que sacaron los cuchillos" 
"Hijo," dijo uno de los policías "encontramos tres niños, dos fueron apuñalados y uno tenía un moretón en el estómago, y tenemos testigos que aseguran que huiste de la escena ahora ¿qué nos dice eso?"Jeff sabía que nada que dijera serviría, hubiera podido decir que Liu y él habían sido atacados primero, pero no había prueba que lo demostrara. No podían decir que no estaban huyendo, porque lo estaban, así que Jeff no podía defender a Liu o a sí mismo. 
"Hijo, llama a tu hermano." Jeff no podía, ya que fue él quien golpeó a los chicos. 
"Señor, fui...fui yo quien los golpeó, Liu intentó retenerme, pero no pudo detenerme." El policía miró a su compañero, y ambos asintieron. 
"Bien, niño, esto parece un año en Juvy..." 
"Esperen!" dijo Liu, todos lo vieron y estaba sosteniendo un cuchillo. Los policías sacaron sus armas y apuntaron a Liu "fui yo, yo golpeé esos pequeños mocosos. Tengo marcas para probarlo" Él levantó las mangas de su camisa para revelar cortes y contusiones, como si hubiera peleado. 
"Hijo, baja el cuchillo", dijo el oficial. Liu soltó el cuchillo y lo dejó caer al suelo, levantó sus manos y caminó a los oficiales. 
"No, Liu. Fui yo! yo lo hice!" La lágrima corrian por las mejillas de Jeff. 
"Huh, pobre hermano, tratando de culparse por lo que hice. En fin, llévenme." El policía metió a Liu al auto policial. 
"Liu, diles que fui yo! diles! fui yo quien agredió esos niños!" La madre de Jeff puso sus manos en sus hombros. 
"Jeff, por favor, no tienes que mentir. Ya sabemos que fue Liu, ya puedes parar." Jeff vió sin esperanzas cómo el carro aceleraba con Liu dentro. Unos minutos después, el papá llegó al umbral de la casa, viendo la cara de Jeff y sabiendo qué pasaba. 
"Hijo, ¿qué pasa?" Jeff no pudo responder, sus cuerdas vucales estaban tensas de tanto llorar, en su lugar, su madre le contó las malas noticias mientras Jeff lloraba en la entrada. 
Después de una hora más o menos, Jeff entró a la casa, viendo que sus padres estaban conmocionados y decepcionados. Jeff no podía verlos. No podía ver cómo pensaban que había sido Liu cuando no era su culpa. Él sólo se fue a dormir, intentando quitar todos los pensamientos de su cabeza. 
Pasaron dos días, sin una palabra de Liu en JDC. No había amigos con quienes salir, sólo tristeza y culpa. Así fue hasta el sábado, cuando Jeff fue despertado por su madre, con una cara de radiante felicidad. 
"Jeff, hoy es el día" dijo mientras discorría las cortinas, dejando la luz fluir en el cuarto. 
"¿qué? ¿qué día es hoy?" preguntó mientras se estiraba. 
"Hoy es el cumpleaños de Billy" 
"Mamá, debes estar bromeando ¿verdad? no esperes que vaya a una fiesta de niños después de..." hubo una larga pausa. 
"Jeff, ambos sabemos lo que pasó, creo que esta fiesta sería lo más positivo que nos ha pasado estos días, ahora vístete" Salió del cuarto y bajó las escaleras para alistarse. 
Él agarró una camisa al azar, unos jeans y bajó las escaleras. Vio a sus padres vestidos en traje y pensó ¿por qué vestirse tan elegante para ir a una fiesta de niños? 
"Hijo, ¿eso es todo lo que vas a usar?"preguntó su madre. 
"es mejor que usar demasiado" respondió él. Tuvo la sensación de que su madre le estaba gritando y lo escondía detrás de una sonrisa. 
"Ahora Jeff, ve y vuélvete a vestir, así es como vas si quieres causar impresión" dijo su padre. Jeff gruñó y regresó a su cuarto. 
"No tengo nada elegante que ponerme!" gritó en las escaleras. 


"sólo ponte algo" dijo su madre. Jeff miró en su armario por algo que podría ser elegante. Encontró unos pantalones negros que usaba en ocasiones especiales y una camiseta para ir con otra cosa. Buscó y sólo encontró camisas a rayas, nada que pudiera ir con pantalones que él llevaba. Hasta que encontró una sudadera con capucha blanca y se la puso. 
"¿Vas a usar eso?" dijeron sus padres. Su madre vió su reloj "oh, no, no hay tiempo, vámonos" dijo ella mientras conducía a Jeff y su padre a la puerta. Cruzaron la calle hacia la casa de Bárbara y Billy. Tocaron la puerta y aparecieró Bárbara, estaba como sus padres, un poco exagerada con lo del vestido. Cuando entraron, Jeff no vio niños sino adultos. 
"Los niños están en el jardín, Jeff ¿qué tal si vas con ellos y haces amigos?" dijo Bárbara. 
Jeff fue al jardín, que estaba lleno de niños que estaban vestidos de vaqueros y disparándose con pistolas de plástico. Él también hubiera podido estar con ellos jugando. De repente un niño le dio una pistola de jugete y un sombrero. 
"¿Quieres jugar?" le preguntó. 
"Ah, no, niño, estoy muy viejo para esas cosas" 
El niño lo miró con cara de cachorro triste. 
"Porfa" le dijo. 
"está bien" Dijo Jeff, se puso el sombrero y fingió dspararle a los demás niños. Al principio pensó que era realmente ridiculo pero empezó a divertirse. No era tan genial, pero al menos lo distraía del tema de Liu por primera vez y estuvo jugando un rato, hasta que escucho un sonido, un raro sonido ondulante y algo lo golpeó. Randy, Keith y Troy habían saltado la cerca en sus skates. Jeff tiró el sombrero y la pistola. Randy miraba a Jeff con odio ardiente. 
"Jeff ¿verdad?" dijo él "tenemos un asunto pendiente" Jeff vio su nariz rota. 
"Creo que estamos a mano, yo te partí la cara y tú mandaste a mi hermano a JDC" 
La rabia se reflejaba en los ojos de Randy. 
"Oh, no, no estamos a mano, yo voy ganando. Pudiste habernos pateado el trasero una vez, pero no hoy" apenas dijo esto y se tiró encima de Jeff. Ambos cayeron al suelo. Randy golpeó a Jeff en la nariz y Jeff lo agarró de las orejas y le dió un cabezazo. Luego lo empujó para quitárselo de encima y ambos se pusieron de pie. Los niños gritaban y los padres corrían fuera de la casa. Troy y Keith sacaron pistolas de sus bolsillos. 
"No interrumpan o habrá sangre!" dijeron. 
Randy sacó un cuchillo y apuñaló a Jeff en el hombro, él gritó y cayó sobre sus rodillas. Randy empezó a patearlo en la cara. Después de tres patadas Jeff lo agarró de los pies y los torció, haciendo que Randy cayera al suelo. Jeff se puso de pie y caminó a la puerta trasera pero Troy lo agarró. 
"¿Necesitas ayuda?" Agarró a Jeff de la capucha y lo tiró al jardín. Cuando intentó levantarse lo patearon de nuevo, Randy empezó a patearlo repetidas veces hasta que Jeff empezó a toser sangre. 
"Vamos Jeff! Pelea!" Randy lo tiró a la cocina y vió una botella de vodka y rompió la botella en la cabeza de Jeff. "Pelea!" le gritó de nuevo y lo tiró a la sala. 
"Vamos Jeff! mírame!" Jeff levantó la mirada con la cara chorreando sangre. "Fui yo quien envió a tu hermano a JDC! ahora vas a sentarte y dejarlo pudrirse allá por un año, deberías 
estar avergonzado!" Jeff empezó a levantarse. "Oh, al fin! te vas a levantar y pelear!" Ahora Jeff estaba de pie, con la cara llena de sangre y vodka. De nuevo tenía ese extraño sentimiento el cual había olvidado por un tiempo. "Finalmente! estás de pie!" dijo Randy y fue hacia Jeff. Ahí fue donde pasó, algo dentro de Jeff estalló. Su mente estaba destruida, todo pensamiento racional se había ido, todo lo que podía hacer era matar. Agarró a Randy y lo tiró al piso, luego empezó a golpearlo en el corazón hasta matarlo. 
Ahora todo el mundo miraba a Jeff. Los padres, los niños, incluso Troy y Keith, pero después ambos apuntaron con sus pistolas a Jeff, él vio que las armas lo apuntaban y corrió a las escaleras 
mientras corría Keith y Troy disparaban, pero cada disparo fallaba. Jeff subió las escaleras y escuchó que Keith y Troy estaban tras él y cuando ellos gastaron sus balas, Jeff entró al baño agarró la percha de las toallas y la arrancó de la pared. Troy y Keith entraron cuchillo en mano. 
Troy blandió su cuchillo hacia Jeff, el cual retrocedió y le tiró la percha de la toalla en la cara a Troy y él cayó fuertemente y ahora sólo quedaba Keith. Él era más ágil que Troy y se agachó cuando Jeff le tiró una toalla. Keith dejó caer el cuchillo y agarró a Jeff por el cuello y lo estrelló contra la pared. Algo de cloro de una repisa les cayó encima a los dos y empezaron a gritar. 
Jeff se limpió los ojos como pudo, agarró la percha de la toalla y golpeó directo a la cabeza de Keith. Mientras él estaba tendido en el suelo, sangrando, sonrió siniestramente. 
"¿Qué es tan gracioso?" preguntó Jeff. Keith sacó un encendedor y lo prendió. 
"Lo que es divertido" dijo Keith "es que estás cubierto de cloro y alcohol." Los ojos de Jeff se abrieron de par en par cuando Keith le lanzó el encendedor. Apenas el fuego hizo contacto con él, 
las llamas se expandieron con el alcohol y mientras el vodka lo hacía arder, el cloro le blanqueaba la piel. Jeff dejó escapar un horrible grito cuando las llamas lo envolvieron. Intentó rodar para apagar el fuego pero fue inútil, el alcohol lo hizo convertirse en un infierno andante. Corrió por el pasillo y cayó por las escaleras. Todos gritaron cuando vieron a Jeff vuelto un hombre de llamas. Cayó al suelo, casi muerto y lo último que vio fue su madre y otros padres intentando extinguir el fuego y ahí perdió el conocimiento. 
Cuando Jeff despertó, tenía la cara envuelta de vendas, no podía ver nada, pero sentía vendas rodeando su hombro y suturas por todo el cuerpo. Intentó ponerse de pie, pero de dio cuenta de que 
tenía algunos tubos en sus brazos, y cuando intentó levantarse, cayó y una enfermera se apresuró a ir con él. 
"Aún no puedes salir de la cama" le dijo mientras lo acomodaba de nuevo en la cama y le volvía a insertar los tubos. Jeff se sentó, no tenía visión ni idea de qué le sucedía. Después de unas horas, escuchó a su madre. 
"Cariño, ¿estás bien?" le preguntó. Jeff no podía contestar, tenía la cara cubierta de vendas así que no podía hablar. "Oh, cariño, tengo excelentes noticias. Después de todo, los testigos le dijeron a los policías que Randy trató de atacarte, así que decidieron dejar libre a Liu." Esto hizo que Jeff casi saltara, pero no lo hizo recoerdando que tenía un tubo en el brazo. "Él va a salir mañana y los dos podrán estar juntos de nuevo." Dijo, abrazó a Jeff y se despidió. Las siguientes dos semanas fue visitado por su familia y después llegó el día de removerle las vendas. Toda su familia estaba allí para verlo, cómo se vería. Cuando los doctores quitaban las vendas de su cara, todos estaban sentados al borde de sus sillas. Esperaron a que removieran la última venda casi por completo. 
"Esperemos lo mejor" Dijo el médico. Rápidamente sacó la venda, dejando que las demás se cayeran por entre la cara de Jeff. 
La madre de Jeff gritó al ver su cara, Liu y su padre estaban conmocionados por lo mismo. 
"¿Qué? ¿qué le pasa a mi cara?" Preguntó Jeff. Salió de la cama y corrió al baño. Se miró al espejo y vio la causa de la angustia. Su cara era...era horrible. Sus labios estallaron quedando en una sombra de rojo profundo, su cara se volvió completamente blanca y su cabello cambió de castaño a negro. Lentamente se tocó la cara. Tuvo unos sentimientos superficiales por esto. Miró a su familia y luego al espejo. 
"Jeff," dijo Liu "no es tan malo..." 
"¿No es tan malo?" dijo Jeff "es perfecto!" Toda su familia estaba igual de sorprendida. Jeff empezó a reír
incontrolablemente. Sus padres se dieron cuenta de que su ojo izquierdo y su mano tenían tics. 

"uh...Jeff...¿estás bien?" 
"¿Bien? Nunca me sentí tan feliz! Ha ha ha ha ha haaaaaa, mírenme. Esta cara va perfectamente conmigo!" No podía dejar de reír. Se acarició la cara sintiéndola, mirándose al espejo. ¿cuál fue la causa? bien, podrán recordar que, cuando Jeff peleaba con Randy, algo en su mente, en su salud, estalló dejando un asesino loco. Esto sus padres no lo sabían. 
"Doctor," dijo la madre de Jeff "mi hijo...¿está bien? ya sabe...con su cabeza" 
"Oh, si, este comportamiento es normal en los pacientes que han tomado grandes cantidades de analgésicos. Si su comportamiento no cambia en unas semanas, tráiganlo de nuevo para hacerle un test psicológico." 
"Gracias, doctor." dijo ella. Fue a donde estaba Jeff. "Jeff, cariño, es hora de irse." Jeff se vió de lejos en el espejo, su cara aún tenía una sonrisa maniática. 
"OK, mami, ha ha haaaaaaaaaaaa!" Su madre lo tomó de los hombros y los condujo afuera para darle su ropa. 
"Esto es con lo que llegó" Dijo una dama en el escritorio. La mamá de Jeff miró los pantalones negros y la capucha blanca que usó su hijo, que ahora estaban limpias y cosidas. Llevó a su hijo a su cuarto del hospital y le hizo cambiarse de ropa. Luego se fueron, sin saber que ese era su último día.

 
Esa noche, la madre de Jeff fue despertada por un sonido que provenía del baño, como el de alguien llorando. Caminó lentamente para ver qué era. Cuando vió en el baño vió una horrible escena. Jeff había tomado 
un cuchillo y había tallado una sonrisa en sus mejillas. 
"Jeff, ¿qué estás haciendo?" preguntó su madre. 
Jeff vio a su madre. 
"No podía seguir sonriendo, mami, me dolió por un momento. Ahora podré sonreír para siempre" Su madre notó que sus ojos estaban rodeados de negro. 
"Jeff...tus ojos!" sus ojos al parecer nunca se cerraban. 
"No podía ver mi cara tampoco, me cansé y mis ojos se cerraban. Quemé mis párpados, así que ahora podré ver para siempre...mi nueva cara" Su madre empezó a caminar hacia atrás lentamente, viendo que su hijo 
se volvía demente. "¿Qué pasa, mami? ¿no me veo hermoso?" 
"Si, hijo," dijo ella "si, lo eres...d-déjame ir por tu padre, para que pueda ver tu cara" Ella corrió al cuarto y despertó a su esposo. "Cariño, ve por el arma, nosotros..." se detuvo al ver a Jeff en la puerta, 
sosteniendo un cuchillo. 
"Mami, mentiste." Y eso fue lo último que escucharon antes de que Jeff se abalanzara sobre ellos con el cuchillo.
Su hermano Liu despertó, sobresaltado por algún sonido. No oyó nada más, así que volvió a cerrar sus ojos. Cuando estaba al borde del sueño, tuvo la extraña sensación de que alguien lo observaba, miró arriba 
antes de que la mano de Jeff le tapara la boca. Lentamente levantó el cuchillo, listo para enterrarlo en Liu. Liu pateó y golpeó aquí y allá tratando de escapar del agarre de Jeff. 
"Shhhh," dijo Jeff "sólo ve a dormir."